La adaptación transcultural de los estudiantes internacionales en la educación superior marroquí: El caso de los estudiantes subsaharianos en la Universidad Mohammed I
BENACHOUR SAIDI | 20 FEBRERO 2021 | ROUTED Nº14 | TRADUCIDO DEL INGLÉS POR JAVIER ORMENO
Imagen de Kampus Production en Pexels.
Marruecos ha sido un país de acogida para innumerables estudiantes internacionales que cursan su educación superior en diferentes universidades desde hace años. Según la Agencia Marroquí de Cooperación Internacional, para el año académico 2017-2018 llegaron a Marruecos 11.000 estudiantes extranjeros. La mayoría de estos estudiantes provienen de África subsahariana, con becas otorgadas por el Reino de Marruecos como parte de acuerdos de cooperación con otros países africanos. Estos estudiantes vienen con un acervo lingüístico y cultural específico, diferente a los de la cultura marroquí. A partir del análisis de datos tanto cualitativos como cuantitativos, he encontrado que la adaptación transcultural de los estudiantes subsaharianos a la cultura marroquí prevaleciente está influida por cuatro factores: la competencia en el idioma y conciencia cultural locales, las relaciones interpersonales, la receptividad de la sociedad de acogida, y la competencia en comunicación intercultural.
Casi todos los participantes coincidieron en que el desconocimiento del dialecto marroquí (una variante del árabe) y de la cultura les planteaba algunos desafíos en su vida diaria. Destacando las barreras lingüísticas, Ricardo, mozambiqueño, nos informó:
“En el centro de la ciudad, algunos vendedores no hablan ni francés ni inglés, así que cuando quiero comprar algo me cuesta regatear debido a las deficiencias de mi árabe marroquí. En realidad, la falta de un idioma común fue una barrera para mí en tales contextos”.
De manera similar, algunos entrevistados expresaron que la mayoría de sus problemas de comunicación con las personas marroquíes se debían a diferencias culturales en la forma de transmitir un mensaje, más que simplemente a la ausencia de un idioma compartido. Un participante declaró:
“Lo que observé es que los marroquíes tienden a ser indirectos en algunas situaciones. Depende de ti decidir qué quieren realmente decir, especialmente cuando dudan en ofrecerte algo que necesitas. Sin embargo, más adelante reconocí que tienden a ser implícitos porque quieren salvar las apariencias y mantener una relación interpersonal positiva”.
Los participantes también coincidieron en que las redes que establecieron durante su estancia con personas de la comunidad local mejoraron su adaptación a la cultura marroquí gracias al apoyo psicológico, cultural y académico que les brindaron. Por ejemplo, un participante percibía el intercambio social con los lugareños como una fuente de aprendizaje cultural, y señaló:
“En realidad, tener amigos marroquíes me ayudó mucho a aprender sobre las costumbres y valores de su cultura, como la comida popular, la música y la ropa tradicional. En un momento dado, me aficioné al cuscús marroquí y aprendí a cocinarlo”.
De manera similar, los participantes señalaron que la formación de estas relaciones sociales alivió sus sentimientos de alienación y nostalgia. Un participante nos cuenta:
“Al principio, todo me parecía extraño: el idioma, la gente y los lugares. Durante los primeros meses de mi estancia en una residencia de estudiantes, me sentía solo y con nostalgia porque no conocía a nadie. Lo mejor que hice fue conocer a amigos locales que me apoyaron mucho social y emocionalmente. Más tarde, algunos de ellos llegaron a ser amigos muy cercanos. Nos la pasábamos todos juntos, discutiendo y burlándonos unos de otros. En resumen, tener amigos marroquíes es muy importante para la integración de cualquier estudiante internacional recién llegado”.
Un grupo de entrevistados veía la formación de vínculos con la población local en términos de apoyo académico. Un participante comentó:
“Me especialicé en física. Inicialmente, encontré muchos desafíos en los ejercicios teóricos y prácticos de las asignaturas. Solía ir a la biblioteca con regularidad. Conocí a muchos estudiantes locales e internacionales que estudiaban la misma especialidad que yo. Solíamos trabajar juntos y pasábamos mucho tiempo discutiendo sobre módulos. En realidad, gracias a mi relación con ellos, me familiaricé con mi especialidad y progresé muy rápido”.
La receptividad de la sociedad de acogida, que se refiere al grado en que la cultura de acogida es inclusiva o exclusiva hacia los inmigrantes o migrantes, es otro factor que influye en la adaptación intercultural de los estudiantes internacionales. Algunos participantes explicaron que la gente local les había parecido genuinamente abierta y servicial. Por ejemplo, un participante expresó:
“...De hecho, la amabilidad y buena disposición de los estudiantes marroquíes me ayudaron mucho a sentirme más aceptado e integrado en la sociedad marroquí”.
Por el contrario, otros entrevistados afirmaron que habían sido discriminados y que no se habían sentido del todo bien recibidos por parte de la comunidad marroquí. Un participante narró con tristeza su testimonio sobre cómo los efectos de la sensación de discriminación inhiben la adaptación psicológica y sociocultural:
“Sinceramente, el trato que recibí de algunas personas locales afectó negativamente mi estadía. Solían llamarme ‘mon amis’, una expresión que tiene un significado negativo para mí. Esta palabra se usa específicamente para los inmigrantes ilegales que mendigan en las calles. También hubo muchos casos en los que sentí que me rechazaban interiormente, de forma indirecta, a causa de mi piel”.
Con respecto a la competencia en comunicación intercultural (manifestada a través de la empatía cultural, el contacto intercultural previo, la apertura de mente y la flexibilidad), todos los encuestados reflexionaron sobre cómo incidió en sus interacciones con el contexto local. Otro participante mencionó el papel de los contactos transculturales previos, que aumentaron su propia tolerancia y apreciación de las diferencias culturales:
“Gracias a mis experiencias en diferentes países (Argelia, Egipto y Congo), he aprendido que cada cultura tiene sus propios comportamientos, creencias y valores específicos. Uno tiene que ser solidario y tolerante con los comportamientos y estilos de vida de la cultura de las personas que son diferentes a ti. Esa es la forma perfecta de integración”.
Para concluir, este estudio ha revelado que los estudiantes subsaharianos están en general bien adaptados a la cultura marroquí, aunque en diversos grados con respecto a los factores antes mencionados. En vista de esta discrepancia, propongo una serie de recomendaciones. En primer lugar, los decisores políticos del ámbito de la educación superior deberían pensar en la internacionalización de los estudios superiores para satisfacer las necesidades de los estudiantes internacionales de diferentes orígenes culturales y lingüísticos. En segundo lugar, los estudiantes internacionales deberían contar con programas de capacitación especiales diseñados para enseñarles los conceptos básicos del idioma local, familiarizarlos con las normas y prácticas culturales del lugar que los acoge y fomentar las interacciones significativas con los ciudadanos del país de acogida. En tercer lugar, los estudiantes internacionales deben intentar establecer relaciones interpersonales fructíferas y entablar interacciones sustanciosas con los ciudadanos del país anfitrión para que su experiencia en Marruecos sea más gratificante. Por último, para que la adaptación transcultural de los estudiantes internacionales sea exitosa, las personas de países de acogida deben corregir sus opiniones y actitudes hacia los estudiantes extranjeros. Asimismo, tanto los estudiantes internacionales como los marroquíes deben desarrollar sus habilidades de comunicación intercultural si aspiran a hacer del contacto intercultural una experiencia beneficiosa.
Este artículo se basa en una investigación realizada como parte de la tesis de máster de Benachour Saidi. Para leer la versión completa, puedes contactar al autor a través de este correo electrónico: Benashour300@gmail.com.
Benachour Saidi
Benachour Saidi realiza prácticas de profesorado en el Centro de Educación (CRMEF) de Ujda, Marruecos. Sus intereses incluyen la educación intercultural, la comunicación y el discurso transculturales y los estudios de (in)migración. Puedes contactarle a través de benashour300@gmail.com.