Recuerdos, nostalgia y aculturación en Afro-London Wahala: Chronicles of an African Londoner
OLUWASEGUN AJETUNMOBI | 15 DE AGOSTO 2020 | TRADUCIDO DEL INGLÉS | ROUTED Nº11
Marricke Kofi Gane. 2017. Afro-London Wahala: Chronicles of an African Londoner. Publicado en Marrickegane Publishing.
Instalarse en un país extranjero no suele ser agradable al principio. Sin embargo, los migrantes se adaptan a nuevas realidades, como nuevas normas, valores y comidas, mientras sienten nostalgia por su hogar. Estos individuos suelen recurrir al consumo de artefactos (medios de comunicación, novelas, ropa, alimentos…) procedentes de su tierra natal en respuesta a esa nostalgia Marricke Kofi Gane es un escritor y político ghanés nacido en Keta, en la Región del Volta. Completó su educación primaria y secundaria en Ghana antes de trasladarse a la Universidad de Greenwich en Londres en 2001 para continuar sus estudios. Su libro Afro-London Wahala: Chronicles of an African Londoner (“Wahala Afro-Londinense: Crónicas de un londinense africano”), captura cómo los migrantes africanos experimentan a la vez nostalgia y aclimatación cultural en un país extranjero.
Le resultó muy difícil adaptarse a este nuevo entorno, a causa sobre todo de la nostalgia. Continuamente le inundaban recuerdos entrañables de su hogar, que con frecuencia le hacían anhelar el retorno, pero también influyeron en su determinación por sobrevivir en la comunidad receptora. La decisión de adaptarse y adoptar nuevas formas de ser le ayudó en su vida en Londres. La historia de Marricke en Afro-London Wahala representa las dificultades de muchos migrantes africanos que acaban de llegar a Occidente. Viven en una lucha constante, divididos entre su lugar de origen y el de acogida. Esta lucha son el resultado tanto de los recuerdos de su tierra natal como de los desafíos a los que se enfrentan en las comunidades receptoras. Marricke escribió: “Celebremos nuestros recuerdos del alegre ajetreo, las desorientaciones, los choques culturales y todo lo demás que hizo que nuestras experiencias migratorias sean dignas de recordar y compartir”.
La supervivencia, fundamento de la aculturación
Con independencia del ambiente en que se encuentren, los migrantes quieren vivir y mantener sus formas de vida. Sin embargo, la nostalgia suele interponerse en el camino de muchos migrantes. La nostalgia no es solo un resultado de la migración y de las dificultades paralelas de integrarse en una cultura con frecuencia hostil que opone resistencia, sino que también juega un papel fundamental en la forma en que los inmigrantes se adaptan a la cultura receptora. Así, muchos migrantes que viajan con su cultura a un país extranjero se adaptan a la nueva cultura para que asentarse resulte más sencillo. Por ejemplo, Marricke había llevado consigo tilapia seca salada desde Ghana cuando se marchó a Londres, como una forma de recordar los platos ghaneses en Londres. Sin embargo, se acostumbró a las comidas británicas y dejó de tomar comida ghanesa por completo, a causa de un incidente embarazoso en el aeropuerto de Heathrow cuando llegó al Reino Unido. Escribe:
“Había recogido mi equipaje y estaba tratando de leer la dirección que me habían dado... Ni siquiera una operación quirúrgica podría borrar de mi memoria las primeras palabras que pronunció aquel enorme policía pelirrojo. ‘Señor, ¿le importaría venir un momento aquí con su equipaje? El perro ha encontrado un rastro en su equipaje y tenemos que registrar sus maletas’... Saqué una bolsa negra de plástico que estaba cerrada con varias vueltas de cinta aislante. Sin esconder su expresión de asco sacudieron el paquete que yo tenía en la mano, preguntando: ‘¿Eso qué es?’. ‘Es tilapia seca salada, señor’. Por supuesto, me hicieron desempaquetarla. El hedor nos golpeó y, como en una coreografía, todos los agentes dieron un paso atrás... ‘Bien merecido lo tenéis’, me dije a mí mismo. ‘¿Qué puñetas es eso?’, farfulló uno de los agentes, aún tapándose la nariz”.
A partir de la reacción de los policías, se dio cuenta de que tendría que cambiar sus hábitos de alimentación para sobrevivir en Londres.
Se adaptó a varias cosas, incluidos los aspectos básicos de la cultura británica como la comida, el clima, las formas de cortesía y las normas, valores y expectativas sociales. Desde este primer encuentro, Marricke empezó su proceso de aculturación. Relata:
“Mientras me dirigía a la terminal de llegadas, recordé lo que me había aconsejado mi amigo Amu la última vez que habló conmigo en el aeropuerto internacional de Kotoka en Ghana: ‘Es fácil sentirse fuera de lugar al principio, pero tú solo mira a los demás y haz lo que hagan ellos’, y eso fue exactamente lo que hice mientras fui inmigrante. Observaba lo que hacían otros y los imitaba”.
Según Marricke, adaptarse al nuevo entorno fue el principio de su supervivencia en el Reino Unido. La aculturación es un proceso de cambio social, psicológico y cultural que resulta de buscar el equilibrio entre dos culturas al adaptarse a la cultura dominante en la sociedad de residencia. Es un proceso por el cual el individuo se adapta a un nuevo entorno cultural y adopta sus prácticas y valores.
La memoria, el hilo de la vida humana
La memoria es un elemento fundamental de sensibilidad humana y una condición necesaria en la identidad de una persona. La memoria es lo que une la identidad del exiliado con su tierra natal. Marricke retrata la identidad en su novela a través de la memoria: sus recuerdos de la infancia y de su tierra le ayudaron a comprender mejor su identidad en un país extranjero. La memoria de Marricke se reavivó cuando se encontró en un autobús con una mujer africana que llevaba tilapia seca salada. Relata:
“... el hedor del pescado salado semiseco estaba llegando hasta los demás, extendiéndose por el autobús gracias a una persistente brisa mañanera, el olor era muy penetrante. Sabía que yo no tenía la culpa, así que tenía que ser mi hermana negra. ¡Tú también lo lograste, hermana! Sonreí para mí mismo; yo estaba en tu lugar hace unos años”.
El olor recordó a Marricke su propia llegada a Londres y su tierra natal. Sintió una conexión con la experiencia de la mujer que reafirmó su identidad. Esto también revela cuánto había cambiado desde el incidente en el aeropuerto unos años antes: ahora se sentía que ya había dejado de “ser nuevo”.
El encuentro de Marricke con Ade, otro hombre africano, ofrece una lección explícita sobre el hogar y la identidad. A sus cincuenta y siete años, Ade había perdido la esperanza de regresar a África porque no había estado en contacto con sus familiares y amigos en su tierra después de que sus padres muriesen en un accidente de tráfico. Ade advirtió a Marricke que no olvidase su hogar, porque si lo hacía, podría quedarse sin nadie con quien regresar. Marricke se dio cuenta de que tenía que buscar un equilibrio entre su identidad ghanesa y su deseo de sobrevivir en el Reino Unido, entre la nostalgia y la aculturación, pero nunca fue capaz de encontrarlo. Por lo tanto, decidió regresar a Ghana para presentarse como candidato en las elecciones presidenciales.
Esta es la tensión central del libro: ¿cuánto debe cambiar un migrante para sobrevivir? ¿Cuánto puede cambiar realmente una persona? En medio de todos estos procesos, los migrantes evocan recuerdos de su hogar y crean otros en su nuevo entorno. Como anuncia Marricke en su Afro-London Wahala: Chronicles of an African Londoner, “... estas experiencias seguirán acompañando los recuerdos de cualquiera que emprenda este camino, en el pasado, el presente o el futuro”.
Oluwasegun Ajetunmobi
Oluwasegun Ajetunmobi es estudiante de posgrado de Estudios de Diáspora y Transnacionales en la Universidad de Ibadán, Nigeria, e investigador en el Instituto de Investigación Francesa en África. Su trabajo trasciende la migración laboral, la medicina tradicional africana, la memoria, las fronteras y el cruce de fronteras en África. Ha realizado una Writing Fellowship en African Liberty, y una Agora Fellowship en Young Voices. Twitter: @segzyaj.