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¿Dónde dar un impulso? Promoviendo formas de intercambio de capital social de la diáspora bangladesí

Por Asmar Osman | Número 22


Hay más de 12 millones de bangladesíes en todo el mundo, de los cuales alrededor de 2,4 millones viven en países anfitriones de forma permanente, y a los que – pese a numerosos debates académicos y políticos – podemos identificar como la diáspora bangladesí. El tamaño de esta comunidad, así como su potencial para la participación y el desarrollo, es remarcable.


Bangladés, como país, tiene sus intereses. ¿Pero cuál será la participación de la diáspora? Las razones que promueven su implicación son dos: encontrar consuelo en hacer algo bueno y aprovechar la oportunidad para expandir sus redes de contactos y perseguir metas personales. El nexo entre desarrollo y migración ofrece a las comunidades de la diáspora la oportunidad de contribuir al desarrollo sostenible de su país de origen al mismo tiempo que fomenta sus intereses y aspiraciones en el extranjero. En esencia, esto se convierte en un plan alternativo de protección social, fomentando el crecimiento de los recursos humanos entre los actores relevantes. Entrevistas realizadas con informantes clave, principalmente investigadores y miembros de la diáspora, revelaron los incentivos variados que impulsan su participación. Los grupos de diáspora de mayor edad buscan reconocimiento y respeto, los miembros de mediana edad valoran el reconocimiento y algunos beneficios financieros, y los nuevos inmigrantes que se enfrentan a tiempos difíciles priorizan las ventajas económicas. Estos incentivos pueden actuar como imanes, atrayendo miembros de la diáspora para que continúen apoyando y contribuyendo a su país de origen.


Arte gráfico: Debashis Kumar Day

Bangladés ha sido afortunado al recibir apoyo continuado de las comunidades de la diáspora desde la guerra de liberación del país. Las remesas que enviaron estas comunidades impactaron significativamente en el desarrollo económico del país. Mientras tanto, su papel en la transferencia de conocimientos ha desempeñado un rol fundamental en el desarrollo de Bangladés. Por ejemplo, un científico estadounidense-bangladesí, el Dr. Hussam, inventó un filtro que ha salvado miles de vidas de la contaminación por arsénico. Los científicos estadounidenses de origen bangladesí Rubab Khan, Dipanker Talukdara y Selim Shariar, entre otros, han hecho grandes contribuciones en el campo científico. Iqbal Quadir, estadounidense de origen bangladesí, fundó Grameenphone, transformando el escenario de comunicación digital del país. La británica de origen bangladesí Nadia Samdani continúa su trabajo en el área de filantropía artística en Bangladés y más allá, por lo que recibió el honor de ser nombrada miembro de la Excelentísima Orden del Imperio Británico. Rudmeela Nawsheen, estadounidense-bangladesí, prospera en Silicon Valley con su trabajo sobre tecnología de la información y transferencia de tecnologías a Bangladés. Además, inventos de la diáspora bangladesí tienen un impacto global, incluyendo a Jawed Karim (cofundador de Youtube), Salman Khan (fundador de Khan Academy) y muchos más.


La posición emergente de la diáspora bangladesí en los países anfitriones amplía la oportunidad para su implicación con el país de origen. Por ejemplo, en las elecciones del Reino Unido, ganaron cuatro británicas de origen bangladesí. Asimismo, cuatro candidatos de origen bangladesí ganaron en las elecciones de medio mandato de Estados Unidos en 2022. Foysol Chowdhury, el primer miembro del parlamento escocés nacido en Bangladés, ha alzado la voz contra el racismo. Según un informe de The Economist, la nueva generación de bangladesíes británicos obtiene excelentes calificaciones en la escuela. Un ejercicio de mapeo reciente estima que muchos miembros de la diáspora bangladesí están bien posicionados en los países anfitriones y tienen la voluntad de contribuir a Bangladés a través de sus conocimientos y habilidades.


Todavía hay desafíos. Bangladés aún carece de una política centrada en la diáspora y un mecanismo institucional que tenga en un enfoque centrado en los derechos, que reconozca la contribución de la diáspora y que cubra sus necesidades. Las medidas políticas de Bangladés a menudo no reconocen ni utilizan efectivamente el potencial de la diáspora de una manera mutuamente beneficiosa. Por lo general, los institutos locales de educación y desarrollo de habilidades todavía tienen que facilitar un mecanismo institucional de intercambio y transmisión de conocimientos entre la diáspora y las comunidades locales. Además, la revisión de las políticas y la discusión con las partes interesadas revelan que el Ministerio de Bienestar de los Expatriados y Empleo en el Extranjero (MoEWOE, por sus siglas en inglés) y el Ministerio de Educación (MoE, por sus siglas en inglés) carecen de un plan de acción conjunto sólido que tenga un mecanismo de coordinación dinámico.


Los estados tienen la capacidad de involucrar activamente y empoderar a las comunidades de la diáspora mediante la implementación de políticas y la adopción de medidas que prioricen la comunicación, la divulgación y la colaboración.


Al fomentar canales de comunicación efectivos, el gobierno de Bangladés puede garantizar que las diásporas se involucren y que sus voces sean escuchadas. Los esfuerzos de divulgación pueden construir puentes entre el estado y la diáspora, fomentando un sentimiento de conexión y de propósito compartido. Además, pueden contribuir a aprovechar las fortalezas y los recursos colectivos de la diáspora para impulsar iniciativas de desarrollo mediante asociaciones con organizaciones e individuos de la diáspora.


Estas medidas proactivas del gobierno permiten aprovechar el potencial de las comunidades de la diáspora y crear un entorno propicio para su participación activa en los esfuerzos para el desarrollo.


Lo bueno es que Bangladés ya tiene un Ministerio (el MoEWOE) y una política completamente desarrollada dedicados a atender las necesidades de los expatriados bangladesíes. Aun así, la política se centra principalmente en los trabajadores migrantes a corto plazo. Una política visionaria respaldada por un plan de acción con plazos determinados es un paso importante. Pero, a primera vista, las medidas políticas a largo plazo pueden no parecer lucrativas para la diáspora. Por otro lado, algunas acciones rápidas y respetuosas pueden ayudar a reconstruir su vínculo con el origen y su disposición a participar en los esfuerzos para el desarrollo de su país de origen.


¿Cuáles son esas acciones plausibles inmediatas? La primera y más importante tarea es definir la diáspora bangladesí con una definición operativa flexible, incluyendo la diáspora de nueva generación, proporcionándoles una tarjeta de diáspora o algo similar para crear una base de involucración respetuosa. Dado que dos tercios de la diáspora bangladesí residen en los Estados Unidos de América y el Reino Unido, los esfuerzos diplomáticos centrados en esta área – involucrando a los portavoces de la diáspora como diplomáticos públicos – podrían generar cambios visibles rápidamente. Para utilizar este potencial, el MoE, en colaboración con el MoEWOE, deben iniciar una asociación formal entre las agencias de acreditación de habilidades y los institutos educativos de ambos países. Mientras la coordinación siga siendo un desafío crucial en la participación activa de los miembros de la diáspora en el desarrollo de Bangladés, un ala especializada en el MoEWOE, con la ayuda de un grupo asesor que incluya miembros de la diáspora, requiere formación con una hoja de ruta clara y normas de conducta específicas. ¡Eso es todo para empezar!






Asmar Osman, economista, ha trabajado como Investigador de Desarrollo en el Centro de Investigación para el Desarrollo Humano (HDRC, por sus siglas en inglés), en Bangladés, desde 2005. Osman tiene una década de experiencia en investigación sobre el nexo migración-diáspora-desarrollo con la OIM y la OIT. Además de investigar con un propósito, le encanta estar con niños, leer y no hacer nada. Osman vive en Daca, Bangladés. Correo: asmar@hdrc-bd.com


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