Protección social con perspectiva de género en contextos migratorios
Por Yasmina Benslimane | Número 22
Como alguien que ha vivido en siete países y ha realizado sus estudios universitarios y de posgrado en entornos increíblemente diversos, he llegado a una conclusión rotunda: la desigualdad de género no conoce fronteras, es universal. Sólo en la última década, cerca de 60 millones de personas se convirtieron en migrantes internacionales en busca de mejores oportunidades y un futuro mejor fuera de sus países de origen, de los cuales aproximadamente el 48,5% son mujeres. Estas mujeres a menudo enfrentan desafíos específicos, como la violencia de género (GBV, por sus siglas en inglés), el acceso limitado a la atención médica y la educación, y la explotación económica.
Abordar estos desafíos a través de una protección social que tenga en cuenta las cuestiones de género es crucial para garantizar el bienestar y el empoderamiento de las personas migrantes. También es clave para el empoderamiento de las mujeres y las niñas en sus respectivos países de origen. La protección social con perspectiva de género significa crear y aplicar programas y políticas que tengan en cuenta las diferentes necesidades y retos a los que se enfrentan hombres, mujeres y personas con diversidad de género. Este artículo explorará cómo estas iniciativas abordan las necesidades específicas de las mujeres y niñas migrantes, aprovechando sus redes transnacionales y abogando por una protección social centrada en sus necesidades.
Iniciativas de jóvenes de la diáspora como agentes de cambio
Las iniciativas de la diáspora dirigidas por jóvenes están generando conciencia de manera efectiva, impulsando cambios políticos y fomentando un entorno más inclusivo y solidario para las mujeres y las niñas en sus países de origen. Esto les permite tomar ventaja de su posición única en la intersección de entornos culturalmente diversos y de sus experiencias de primera mano en cuanto a migración para la defensa de la protección social. Al aprovechar sus redes transnacionales, las iniciativas dirigidas por jóvenes pueden conectar tanto con los países de origen como con los de destino para influir en las políticas y prácticas. Además, participan de manera activa al abordar los problemas específicos de género que enfrentan las mujeres y las niñas. Las iniciativas pueden adoptar diversas formas, como campañas de incidencia, movilización comunitaria y prestación de servicios, o movilizar a las comunidades para crear espacios seguros y redes de apoyo. Estas iniciativas ofrecen oportunidades de formación y educación para empoderar a los jóvenes y aumentar su resiliencia.
Al fomentar la solidaridad y el compromiso comunitario, las organizaciones de jóvenes de la diáspora desempeñan un papel vital en la creación de un entorno de apoyo para las mujeres y niñas migrantes.
Aprovechar las redes y experiencias transnacionales
Marruecos
Tras diez años en el extranjero, he sido testigo de primera mano de cómo la diáspora marroquí, incluso desde lejos, sigue organizándose y manifestándose a favor de los derechos de las mujeres en su país. Este esfuerzo colectivo ejemplifica la fuerza y la determinación de personas que se niegan a ser silenciadas por la distancia geográfica. Motivada por estas experiencias, fundé Politics4Her en 2017 durante mi estadía en Costa Rica, en la Universidad para la Paz de la ONU. Dentro de Politics4Her, el proyecto Women4Leadership (W4L) ha surgido como una iniciativa vital en Marruecos, que se encuentra a la cabeza en cuanto a la participación de las jóvenes marroquíes. W4L ha equipado a mujeres jóvenes de diversos orígenes, incluidas personas refugiadas y migrantes en Marruecos, con los conocimientos y habilidades necesarias para convertirse en agentes de cambio. Mediante la movilización de la diáspora y el aprovechamiento del espacio digital, W4L ha garantizado la inclusión y la equidad en su enfoque, contribuyendo en última instancia a un cambio positivo y sostenible en en ámbito de la Salud y los Derechos Sexuales y Reproductivos (SDSR) y la protección social con perspectiva de género. En colaboración con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), organizamos una consulta centrada en las experiencias vividas por los refugiados en materia de violencia basada en el género. La consulta ofreció a los refugiados una plataforma para expresar sus experiencias, necesidades y preocupaciones en relación con la violencia de género. Al contar con sus voces, la sesión tuvo como objetivo informar y dar forma a futuras intervenciones, políticas y programas para apoyarles y protegerles mejor.
Afganistán
Pashtana Zalmai Khan Dorani, una líder resiliente que conocí a través de nuestra membresía en la red Transform Education Network auspiciada por UNGEI, apoya el acceso de las niñas a la educación a través de su organización, LEARN Afghanistan. Como persona refugiada, ella logra comprender plenamente el poder transformador de la educación y ha dedicado sus esfuerzos a mejorar la vida de las mujeres y las niñas en Afganistán. Pashtana fundó LEARN Afghanistan en 2018 con el objetivo de aumentar las oportunidades educativas y empoderar a las niñas afganas. La organización se enfoca en la educación digital, ofrece cursos en línea gratuitos y brinda recursos valiosos, capacitación profesional y tutoría a miles de niñas afganas. A pesar de los desafíos que plantea el resurgimiento de los talibanes, el liderazgo de Pashtana ha sido fundamental para mantener viva la misión al encontrar formas alternativas de apoyar la educación y empoderar a las niñas afganas. Frente al apartheid de género, Pashtana Zalmai Khan Dorani y LEARN Afghanistan desempeñan un papel fundamental a la hora de romper barreras y dotar a las niñas de los conocimientos y habilidades que necesitan para forjar su propio futuro y contribuir a sus comunidades. Gracias a su inquebrantable dedicación, Pashtana y su organización están allanando el camino para que las mujeres y niñas de Afganistán puedan prosperar en un futuro mejor.
Palestina
La diáspora palestina, obligada a huir de sus hogares debido al desplazamiento y la ocupación, sigue profundamente conectada con sus raíces, su cultura y la causa palestina. Formada por sus experiencias y arraigada en su herencia, la nueva generación de la diáspora lleva adelante la lucha por la justicia y la liberación. Su compromiso inquebrantable garantiza que la diáspora siga siendo parte integrante de la comunidad palestina en su conjunto, trabajando por la autodeterminación y la igualdad de todos los palestinos, independientemente de su ubicación.
Dentro de esta vibrante diáspora, las activistas feministas palestinas de mi red han recomendado el trabajo del Colectivo Feminista Palestino (PFC, por sus siglas en inglés), que se erige como una fuerza poderosa. Compuesto por feministas palestinas y árabes basadas principalmente en Norteamérica, el PFC se involucra en el activismo interseccional y la organización para enfrentar la violencia sistémica de género, sexual y colonial. Basado en un marco anticolonial, el colectivo resiste la normalización de la opresión, inspirándose en movimientos feministas pasados y presentes. A través de su trabajo, el PFC no solo centra la urgencia de la lucha palestina, sino que también promueve el feminismo palestino como una filosofía y práctica liberadora. Al fomentar la justicia transformadora, la sanación y la creación, el colectivo contribuye a la creación de un mundo más justo y equitativo, amplificando las voces y experiencias de las mujeres palestinas y desafiando las estructuras opresivas en las intersecciones de género, raza y colonialismo.
Estos ejemplos ponen de relieve las diversas formas en que las organizaciones de la diáspora dirigidas por jóvenes abordan activamente los retos específicos de género a los que se enfrentan las mujeres y niñas migrantes. Se dedican a la incidencia, la movilización comunitaria y la prestación de servicios, contribuyendo de forma significativa a promover una protección social sensible al género en contextos migratorios. La colaboración con los formuladores de políticas, las organizaciones de la sociedad civil y las instituciones internacionales impulsa un cambio positivo y fomenta un entorno de apoyo para las mujeres y las niñas en todo el mundo. Sin embargo, estas iniciativas de los jóvenes de la diáspora enfrentan desafíos tales como recursos financieros limitados, y escasa capacidad de organización y acceso a los procesos de toma de decisiones, lo que puede dificultar su eficacia. Para aprovechar plenamente su potencial, es necesario contar con el apoyo sostenido de los gobiernos, la sociedad civil y los actores internacionales. Al invertir en iniciativas de la diáspora lideradas por jóvenes y aprovechar su experiencia, podemos trabajar colectivamente hacia un futuro más inclusivo y equitativo, asegurando el acceso de las mujeres y las niñas a todos sus derechos.
Yasmina Benslimane acumula más de seis años de experiencia profesional en el ámbito de la migración en instituciones nacionales de derechos humanos, ONG y agencias de las Naciones Unidas en varios países, como la OIM, el ACNUR, el PNUD y el Instituto de Política Migratoria. Actualmente es Especialista en Género en la Plataforma de Migración de Jóvenes y Niños (MYCP) y fundadora de Politics4Her. Puede encontrarla en LinkedIn, Instagram o Twitter.
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